martes, septiembre 14, 2010

Sueña

Me he pasado la vida soñando. Diciendo que algún día iba ser tal cosa, que viajaría a quién sabe dónde, que tendría a saber qué cosa. Los típicos sueños que hacemos de pequeños, y de no tan pequeños. Hoy, con casi dieciséis años, sigo haciéndolo. Y me pregunto si alguna vez dejaré de hacerlo. Porque, aunque sé que sólo la mitad de la mitad de esas aspiraciones se verán algún día hechas realidad, se vive mejor soñando. Te da una razón por la cual debes continuar tu viaje, tu camino, tu vida. No importa cual sea esa razón, el simple hecho de tenerla ya es suficiente.

Los padres, entre muchas y muchas intervenciones en la vida de sus hijos, tienen aquí un papel bastante curioso. Quizá no en otros casos, pero en el mío desde luego que sí. Un hijo necesita conocer la opinión de sus padres respecto a ciertos temas porque sabe que ellos siempre serán más adultos, más maduros, que podrán ver algo con mayor nitidez que la suya propia (y recordemos que estoy generalizando, respecto al colectivo y a la edad de éste).

Es por esto que siempre he intentado descubrir la opinión de mis padres acerca de algo que me ha interesado. No directamente, porque no soy el tipo de persona que lo dice todo con claridad, sino sutilmente. Con el tiempo supe apreciar que el punto de vista de mi padre era catastrófico: no me sentía nada de acuerdo con él en prácticamente ningún tema y llegué a verlo de machista y xenófobo (ahora sólo lo veo como una persona que ha crecido en una familia con pensamientos arcaicos). En cuanto al de mi madre es otra historia, pues es muy similar al mío. No siempre coincidimos, por supuesto, pero la mayor parte de las veces pienso muy parecido a como lo hace ella. Me ha enseñado a razonar y a ver cosas que de otra forma no hubiera conseguido hacer.

Probablemente por esos motivos, mi madre es la primera persona a la que he acudido cuando tenía una meta, un propósito, un sueño. Investigaba lo que ella pensaba acerca de ello y luego reflexionaba si tenía o no razón. Debo confesar que por este hecho he perdido la ilusión en un gran porcentaje de mis sueños, pero hoy quiero destacar uno.


Cualquier persona que me conozca sabe que mi mayor afición (aparte de la lectura) es escribir. Escribo, escribo y escribo. Ahora mismo lo estoy haciendo contándoos todo esto. Y eso no me ha venido de nuevo, sino que desde bien pequeña me ha encantado hacerlo. La primera vez que me planteé la posibilidad de, cuando fuera mayor, publicar un libro yo tendría alrededor de diez años. Aún siendo tan pequeña sabía que era muy difícil conseguirlo. No obstante, tenía mis esperanzas. Y ésta fue una de las pocas veces en las que se lo dije claramente a mi madre, que no me fui con rodeos y le conté lo que me proponía. Simplemente me acerqué a ella y le dije: «mamá, quiero publicar un libro». Y la pobre mujer, que ni habría imaginado cuánto ansiaba yo hacerlo y cuánto me afectaría su contestación, no pudo evitar reírse por lo bajo y admitir: «casi nadie lo hace, es realmente imposible». No me había dado un claro y simple «no», pero sí hizo que aquellas esperanzas se fueran desvaneciendo una a una. Cualquiera que lea esto podría pensar que no tuve que sentirme así y que no debí haberme tomado sus palabras tan a pecho, pero no pude evitar hacerlo. Así pues, aparqué el mayor de mis sueños a un lado y continué sembrando otros. Pero ninguno consiguió llenar el vacío que aquél había dejado.

Hoy todo es distinto. No pido la opinión de mi madre con tanta frecuencia (aunque lo hago, no lo niego). Hoy ya no están la mayoría de los viejos sueños, se fueron, caducaron. Hoy tengo nuevos sueños, nuevas ambiciones y deseos. Sin embargo, hay algo que, tras mucho tiempo, tengo claro. Algo que no conseguiré hoy, ni mañana, ni pasado mañana. Pero sí algún día. Hoy estoy dispuesta a dejarme la piel para ver un libro publicado bajo mi nombre.

Si hay algo que he aprendido durante todos estos años es que si la sola idea de un sueño te hace tan dichoso, ¿cómo será verlo realizado? Es por eso que quiero mandar un mensaje: sueña, sueña con cualquier cosa y sobre todo ten fe en ello.

6 delirio(s):

Unknown dijo...

Como tu dices... tienes 16 años, solo. No con eso diga que yo soy una anciana XD pero veo, y sabes? hasta con 90 años se cumplen sueños... así que tu sigue Mari, que algun dia lo conseguiras :)

Tabitha dijo...

Estoy TOTALMENTE de acuerdo con esther. Lo conseguiras, lo sé, tengo fe en ti, cualquiera podria reconcer tu talento con leer tansolo una linea.
Y sabes que no lo digo por quedar bien ni mierdas de esas, vales para esto y algun dia, cuando tengas tu libro tus manos me daras la razon.
:)

Bibi dijo...

Y yo estoy TOTAL Y COMPLETAMENTE de acuerdo con Esther y con Gema. Sabes ya lo que pienso de ti y de lo que escribes, creo que no hace falta que te lo repita. Creo en ti y en que algún día tendré uno de esos libros tuyos FIRMADO, eh? Que para eso soy tu fan #1 ;P Sigue soñando, darling.

Azura Schuy dijo...

Yo estoy totalmente de acuerdo con esther, gema y bibi (tenía que decirlo)
Se que tu eres una de esas personas que simplemente tienen el poder de conseguir todo lo que se proponen, sin importarle cuantas veces tienen que intentarlo. Y si tu no lo sabías, te lo digo yo. Por muchos porrazos que te metas, tienes que continuar SIEMPRE por que hay muchas cosas en las que vales demasiado como para dejarlas pasar.

Lorecilla~ dijo...

Totalmente de acuerdo con Esther, Tabitha, Bibi y Azura. ¿Como no estarlo? Es innegable el talento que tienes, sigue soñando, nunca dejes de hacerlo Mari, soñar es una de las pocas cosas que estan totalmente a tu alcance *-* Confio y creo en ti.

Tienes mi admiración (:

Anónimo dijo...

Mari, tienes más razon que un "santo", y soy la primera en que apoyo a cualquiera que tiene un sueño, más o menos cercano, pero que almenos lucha por él, toda persona que hace todo por ello, al que no le importan cuantos obstaculos haya.

Se que tendras ese libro, lo harás, porque vales para ello, estoy deacuerdo con las personillas de arriba!!!

 

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