miércoles, abril 20, 2016

I'm already gone

No voy a decir una de esas típicas frases que dice todo el mundo. Cuánto tiempo ha pasado, te veo genial, a ver si nos vemos más. No hace falta que las diga. Tú ya sabes que lo pienso. Y yo espero que lo pienses. Porque, por Dios, ¡cuánto tiempo ha pasado! Y te miro y es que te veo genial, de verdad. Y ojalá, ojalá nos veamos más.

¿Cómo estás? Quiero saberlo todo. ¿Qué has vivido? ¿Qué has sentido? ¿Qué has aprendido? Dime qué has aprendido. Dímelo sin que tenga que preguntártelo, como hacías cada una de esas tardes en aquella diminuta habitación, con ceniza en los dedos y un vaso en la mano.

¿Cómo estoy? Bien. No, en serio. Estoy bien. Hay días en los que incluso estoy muy bien. No siempre he podido dar esta respuesta, pero es la que tengo ahora. Sé que te alegrarás cuando te lo diga. Aunque primero deja que ordene todas estas frases y no sean tan solo palabras sueltas cuando abra la boca. Te reirías si lo supieras. Siempre te ha hecho gracia que quiera decir todo a la vez, que mi mente funcione más rápido que mi lengua.

Podría hablarte de muchas cosas, pero lo más seguro es que me vaya sin haberte dicho nada. ¿Y tú? ¿De qué me hablarás? Podrías hablarme de lo que vas a hacer mañana o de lo que vas a hacer dentro de cinco años o al menos de lo que te gustaría hacer. Eso me vale. Podrías hablarme de tu último viaje o de la última canción a la que te has enganchado o de ese póster medio roto que tenías colgado en una esquina de tu cuarto. ¿Todavía está ahí? Seguro que todavía está ahí. Podrías hablarme de tus amigos, sé que han cambiado. Hay mucho que ha cambiado. Yo he cambiado. ¿Y tú? Podrías hablarme de ella. ¿Me hablarás de ella? Yo podría hablarte de él. Y al final seguro que nos vamos sin habernos dicho nada.
 

Blog Template by YummyLolly.com