domingo, abril 25, 2010

Como el Fénix

Los domingos por la mañana siempre son para acabar tareas pendientes, pero, por favor, que alguien me recuerde que no vuelva a trabajar poemas de Bécquer a estas horas y en este estado.
Os traigo dos rimas (mi favorita la segunda). No tengo nada más que añadir.

Fingiendo realidades
con sombra vana,
delante del Deseo
va la Esperanza.
Y sus mentiras,
como el Fénix, renacen
de sus cenizas.

~ ~ ~

Dices que tienes corazón y sólo
lo dices porque sientes sus latidos.
Eso no es corazón...; es una máquina
que al compás que se mueve hace ruido.


sábado, abril 24, 2010

Los edukadores

Mi profesor de Ética nos trae cosas muy interesantes: algún tema para debatir, extractos de libros que él mismo ha leído, películas, etc. Lo digo porque de vez en cuando traeré alguna cosilla de sus clases. Eso sí, siempre le haré mención. Y también, sé lo que estás pensando, lo estoy dejando como un genio para que me suba la nota, y te equivocas. Se lo tiene merecido. Más después de habernos traído esta película a clase.

Die fetten Jahre sind vorbei ("Los años de abundancia han pasado"), así se titula originalmente. En España se tradujo como Los edukadores. Abarca varios temas que, en lo personal, me interesan mucho. No me gusta hablar de la trama de las películas, te destruye el film antes de haberlo visto. Sin embargo, quiero destacar el triángulo amoroso que se produce entre los personajes principales (curioso, muy curioso de seguir) y la historia de la chica protagonista y el accidente de coche (que es de lo que yo venía a hablar). Desde luego no es la trama principal, pero sí tiene mucha relación con ella.

Jule es una chica como otra cualquiera, joven y guapa, implicada, que se gana la vida como camarera de un local. ¿Todo, para qué? No recuerdo cuánto pero la mayor parte de su sueldo va a parar a manos de un millonario al que le había destrozado el coche en un accidente. Un coche que él podría comprarse diez veces y ni siquiera le dolería perder la cantidad de dinero necesaria. En cambio Jule debe pasarse los siguientes diez años de vida pagándole el maldito automóvil. Esto lo decidió un juez. ¿Justicia, dónde? Sí, ella lo destrozó, ella debe pagarlo. Pero a qué precio, cuando al millonario le importa tres pimientos el valor de su coche.

El personaje de esta chica en cuestión me fascina. Al principio de la película se la ve protestando por no sé qué (sí, viva mi memoria), pero luego es ella misma la que se conforma con lo que tiene, la que no aspira a más que un trabajo de camarera y a seguir pagando religiosamente cada mes al millonario. Se preocupa por los demás, pero, ¿qué hay de ella? Una frase muy Amélie. Una frase, debo admitir, muy mía. A veces se prefiere vivir para los demás que para uno mismo. Luchar por la felicidad de otros al precio que sea. Y por los motivos que sean.

Al fin y al cabo, jedes herz ist eine revolutionäre zelle.

jueves, abril 22, 2010

Miss Lovato

La típica chica que nadie sabe de dónde ha salido, pero que se hace jodidamente conocida. Dulce y guapa. Desde el primer momento me recordó a Vanessa Hudgens, la que debo decir no me cae demasiado bien. Rodeada por esa curiosa fama que les otorga Disney (hablando de las llamadas "estrellas Disney" en general). Que, de un día para otro, los envuelve de reconocimiento y pasta, como si salir en una de sus películas o series garantiza que sean unos artistazos (y ni de casualidad). Incluso esta señorita a día de hoy mantiene una relación con uno de los Chonas Broders (oh, a estos sí que no los aguanto...). En resumen, Demi Lovato tenía todas las papeletas para que alguien como yo la odiara intensamente.


Había visto su careto (como el de sus amigos los Chonas) varias veces por anuncios de páginas web sobre la película Camp Rock. No iba a verla, a pesar de todas las veces que alguien me repitió que lo hiciera. Pasaron los meses y yo aborrecía leer su nombre. Demi aquí, Demi allá...¡malditos fenómenos adolescentes!

Y, entonces, ocurrió. Una noche de ésas que se me olvida cargar el MP4, mis padres ya me han hecho apagar el ordenador y no hacen nada en la TV... Casi nada. Vamos, que era Camp Rock o un episodio de L'alqueria blanca. Me decidí por la primera y así mi amigo dejaría de darme la tabarra. Y gracias que lo hice.
Allí estaba ella, la ya aborrecida Demi Lovato con sus curiosas expresiones (siempre me ha parecido graciosa la cantidad de muecas que hace con su rostro) y su pelo envidiable. Pero lo más importante: su voz. Boquiabierta se quedó una servidora ante la canción This is me, a piano (mejor que la versión con Chou Chonas). Me tragué la película sólo para volver a escucharla cantar (y, señoras y señores, me tragaré Camp Rock 2 también para escuchar sus nuevas canciones).

Escuché el primer disco, su primer álbum discográfico. Pasé semanas cantando canciones como Don't forget por los rincones de mi casa. Y al fin llegó el segundo, el que realmente me convenció de que era una cantante que merecía la pena (para mí, desde luego, porque seguro que a muchas otras personas les disgusta). Here we go again. Mucho más mi estilo y sencillamente maravilloso.
Desde que se rodó la película que la llevó a la fama, Demi Lovato ha ido cambiando su imagen. Todo. Recuerdo que llegué a leer que ella siempre quiso aparecer con ese estilo, con toques roqueros y tal. Y, personalmente, acertó porque me encanta. Sobre todo, me encantan sus zapatos. Quién tuviera dinero para llenar un armario con ellos...

Nadie podrá convencerme de lo contrario: Demi Lovato podrá ser o no muchas cosas, pero siempre poseerá una voz que me enamora. Pero no, no le voy a pedir matrimonio... Por ahora.

domingo, abril 18, 2010

Sweeney Todd

No, no vengo a hacer una crítica de la película. Básicamente porque no soy nada objetiva. Así que paso de hacer una crítica y me centro en los "por qué me ha gustado". A mí. Sobre todo, por qué es una de mis películas favoritas, entre muchas otras más. De hecho es de las pocas películas que he comprado en DVD (sí, utilizo descargas ilegales, por si la Sinde quiere hacerme una visita y tal).

Para empezar, el director y el reparto son sencillamente maravillosos. Tim Burton, con su característica locura, convierte cualquiera de sus películas en malditas obras de arte. ¿Qué puede salir de una mente como la suya si, además, sumas nombres como Johnny Depp, Helena Bonham Carter o Alan Rickman a la película? Simplemente lo más parecido al éxtasis que yo haya probado (y pruebe) en toda mi vida.

¿Qué podemos decir del lugar donde sucede la historia? Londres. Una mala época. Un toque oscuro (los colores predominantes durante todo el film son el negro y el blanco), como sólo Burton sabe crear, hacen de la película una obra más tétrica. A decir verdad, el contraste de colores durante las casi dos horas que dura es muy curioso (sobre todo la escena de la "ilusión" de la señora Lovett). El vestuario es fantástico, me encantan los vestidos que llevan. Felicidades a los encargados de él desde aquí.

Y los personajes. ¡Ay, los personajes! Con un reparto tan maravilloso, Sweeney Todd sólo puede tener personajes curiosos e interesantes. Para empezar el protagonista, Sweeney Todd o Benjamin Barker, interpretado por Depp. No sé cuál de los dos está más loco, si el personaje ficticio o el propio actor. El caso es que la interpretación es perfecta: sólo Depp podría actuar haciendo este papel, poniendo las expresiones que solo él sabe formar. Es, simplemente, impresionante.

Por no hablar de mi querida señora Lovett, con Helena B. Carter en el rol. Su historia es trágica (no tanto como la de Barker, pero trágica al fin y al cabo) y el ambiente en el que vive la hace parecer una loca rematada. ¡Y me encanta! Tanto su forma de vida, su actitud frente a las cosas que van sucediendo y, en especial, su obsesionamiento con Sweeney Todd que la hace delirar. Mientras él sólo piensa en su venganza, ella crea una ilusión en la que ambos viven un cercano romance.

De los demás personajes poco puedo destacar, aunque uno de mis favoritos es Anthony Hope (caracterizado por mi fantástico e impresionante Jamie Campbell). Todos ellos hacen gala de unas voces maravillosas demostrando que, a parte de buenos actores, también son buenos cantantes. Me sorprendió mucho Johnny Depp, nunca hubiera pensado que cantaba tan bien. Porque sí, todos los actores utilizan sus propias voces. Así lo quiso Burton y yo aplaudo la decisión.

Conclusión: una película 100% recomendada. Buen guión, buen reparto y buenos escenarios. Como nota personal os cuento que a mi madre (a quien no le gustan las películas/musical) le encantó. Esa es otra, porque si la veis tenéis que verla con subtitulos en las canciones, porque en ellas continua la historia y a veces te explica mejor cómo se sienten los personajes. En fin, después de haber leído todo esto creo que he dejado claro mi amor por las películas de Tim Burton en general y los ojos de Jamie Campbell en particular.

¿Qué tiene Sweeney Todd que todos quieren un afeitado con él...?
sábado, abril 10, 2010

La ilusión por las pequeñas cosas

Cada persona disfruta su vida de una manera distinta a otra. Lo que a ti te puede parecer algo maravilloso, a mí me puede resultar la tontería más grande del mundo. Tú puedes disfrutar de una carcajada, yo puedo llorar con ella.
Soy del tipo de personas que disfruta con cada detalle, que saborea la más pequeña chispa de sentimiento que le regala la vida. Esas personas que, aunque saben que no deben, se ilusionan con cualquier cosa; que observan todo y sacan lo hermoso que les regala la vida cada día.
Para mi desgracia, también soy del tipo de personas que le dan demasiada importancia a algunas de esas pequeñas cosas. Ya puede ser cincuenta veces menos importante de lo que yo lo vea que monto una fiesta de cualquier tontería. Y sí, tiene tanto su parte buena como su parte mala. La buena, la que te hace sonreír. La mala, la que te hace pedazos cuando terminas dándote cuenta de que esa cosa no era tan maravillosa como en un primer momento habías pensado.
A pesar de ello, nunca me he planteado dejar de ser así. Por una parte, no podría, por más que quisiera. Por otra, no quiero, no me veo dispuesta a cambiar. ¿Por qué? ¿Soy masoquista? No, simplemente quiero seguir disfrutando de esas sonrisas. ¿Me llevaré muchas decepciones? Sí, muchas. Pero, hoy al menos, quiero sonreír con las pequeñas cosas.
miércoles, abril 07, 2010

Mama, we all go to hell



Esta canción es parte de mí, no intentéis encontrarle explicación. La letra...perfecta.
domingo, abril 04, 2010

Bécquer

Nada, hoy me he levantado muy cursi. Estuve leyendo algo de Bécquer (para rematar mi estado) y me dije "oye, pues vamos a subirlo al blog, que hacer entradas sin escribir yo misma nada es todo un placer". Os dejo con uno de sus tantos poemas. Puro arte.

¿No has sentido en la noche
cuando reina la sombra
una voz apagada que canta
y una inmensa tristeza que llora?

¿No sentiste en tu oído de virgen
las silentes y trágicas notas
que mis dedos de muerto arrancaban
a la lira rota?

¿No sentiste una lágrima mía
deslizarse en tu boca,
ni sentiste mi mano de nieve
estrechar a la tuya de rosa?

¿No viste entre sueños
por el aire vagar una sombra,
ni sintieron tus labios un beso
que estalló misterioso en la alcoba?

Pues yo juro por ti, vida mía,
que te vi entre mis brazos, miedosa;
que sentí tu aliento de jazmín y nardo
y tu boca pegada a mi boca.



G. A. Bécquer
viernes, abril 02, 2010

Big Ben

Un día no muy lejano podré traer esta foto hecha por mi propia cámara. Y quién sabe cuántas otras cosas más.
 

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