viernes, octubre 31, 2014

Track 2

Te diré que estoy encantada de conocerte, pero debes saber que incluso esas palabras se quedarán cortas. Me pregunto dónde habrás estado todo este tiempo, qué habrás vivido, a quién habrás conocido. ¿Conociste a alguien que también estuvo tan encantado de haberte encontrado? Poco importa, estoy convencida de que puedo enseñarte cosas que no habrás visto, mucho menos sentido. Cierra los ojos. Siéntelo, todo. La magia, la locura, el paraíso, el pecado. Y mientras tanto no puedo dejar de contemplarte, sabiendo perfectamente que eres la definición gráfica de mi próximo error. Pero en fin. Dicen que el amor es un juego, y no dejo de preguntarme si te apetecería empezar una partida.

Pero en este mundo, en esta esfera de trajes y dinero, quizá sea más complicado que todo eso. Resulta sencillo leerte, como una de las revistas que hojeo cada día en la mesa de la cafetería, pero quizá sea más complicado que todo eso. Es gracioso, porque sé que tú también les has echado un vistazo, y probablemente ya habrás leído todas las historias que circulan sobre mí. Así que, sí, quizá sea más complicado que todo eso... pero no tiene por qué significar que no pueda ser simple al mismo tiempo. Seamos amigos, ¿no? Porque me muero de ganas por saber cómo va a terminar todo esto. Hazme caso, confía. Cógeme de la mano un segundo, porque no dejo de preguntármelo...

¿Seremos un para siempre, o terminaremos consumiéndonos por el fuego? Sé que no vas a tener una respuesta para esto, igual que yo tampoco la tengo, pero me gustaría que cuando todo termine me dijeras si crees que ha merecido la pena. Y esa intriga por conocer el final nos obligará a no detenernos, jóvenes, imprudentes. Seguiremos, sin pausa, aun cuando apenas logremos ver el camino. Te robará el aliento, o te dejará una horrible cicatriz. Y sé que sabes que recorrí otros caminos, que hubo muchos nombres antes del tuyo. Todos ellos te dirán lo mismo: que estoy loca de atar... Pero lo cierto es que hoy, en este preciso instante, tengo un espacio en blanco, y me encantaría escribir tu nombre en él.

Ahora es tu decisión. Puedo prometerte un montón de cosas mientras nuestras miradas se pierden por el cielo. Déjame robarte besos, y decirte mentiras que suenen rematadamente bien. Porque sí, lo temías y ahora ya lo sabes. Lo peor todavía está por venir. Los gritos, las lágrimas, todas esas tormentas perfectas. Rosas de ensueño llenas de dolorosas espinas. Y entonces, te preguntarás: "Por el amor de Dios, ¿quién es esta chica?". Y cada vez que te marches, regresarás. ¿Sabes por qué...?

Cause, darling, I'm a nightmare dressed like a daydream.
miércoles, octubre 29, 2014

Amnesia


Está hecha de pedazos. De hojas de periódico, de noticias que no cuentan lo que ocurre. De trocitos de cristal, de viejas copas que perdieron su función. A veces trato de alcanzarla. A veces olvido que solo existe cuando la pienso.
lunes, octubre 27, 2014

Track 1

Like any true love, it drives you crazy, but you know you wouldn't change anything, anything, anything.

¿Y ese cosquilleo? El de los pies, que se extiende hasta el estómago, que pasa por cada una de mis articulaciones. Hacía tanto tiempo que no lo experimentaba que comienzo a marearme. No te lo digo, porque no quiero que des uno de tus frenazos para detener la marcha. Además, a los de atrás no les haría mucha gracia: no dejan de cantar a gritos. Me giro y vuelvo a reír, porque me tienta unirme, pero no lo suficiente como para hacerlo. En cambio sí bajo la ventanilla, sí me asomo, sí extiendo el brazo y dejo que la fuerza del aire (esa fuerza de ir a ciento cincuenta kilómetros por hora) haga vibrar mis dedos. Otro cosquilleo.

Puede que, a fin de cuentas, ya no sea necesario pensar en el pasado. Justo en este momento comienzo a saberlo. Por una vez, me encanta la idea de comenzar algo nuevo sin un pie escondido, sin una maldita pieza de repuesto. Voy con todo, más peligroso que nunca, menos predecible que siempre. Y creo que lo sabes, o eso creo por la rapidez con la que subes el volumen de la música, como si de esa forma te creyeras capaz de espantar mis pensamientos. Sonrío y parpadeo, con la esperanza de terminar de espantarlos, a la vez que vuelvo a recostarme contra el asiento. No sé cuántas horas llevamos de viaje, pero tengo la sensación de que no ha hecho más que empezar.

A lo lejos, el sol se esconde. En la radio, una nueva canción, de cosquilleos. Y en el arcén, un letrero enorme: Bienvenidos a Nueva York.


miércoles, octubre 22, 2014

Somos otoño


Voy a recordarte como a las tardes de otoño. De las que te asomas a la ventana sin saber lo que habrá al otro lado. Tormentas infinitas o infiernos tórridos. Y yo, como las hojas. De las que se marchitan y caen, y caen, y caen.
martes, octubre 21, 2014

Sentits

La veo cada día. Se ha convertido, de alguna forma, en parte de mi día a día. Casi sin pensarlo, de manera inconsciente, la espero. Y cuando al fin aparece, la contemplo en silencio, como quien observa las estrellas sin pronunciar palabra alguna, con infinito respeto. Ahí está. No es el tipo de chica que hace que la gente se dé la vuelta para verla marchar, pero sin duda hace que cada día me olvide, durante unos segundos, de cómo caminar. Su pelo es como la miel, y resulta increíblemente ridículo que tenga cintura de avispa. No es muy alta, pero tampoco muy baja, estatura media. No usa tacones, pero sus pisadas resuenan dentro de mi cabeza como si así fuera. Ni siquiera lleva maquillaje, y gracias al cielo que no. Sería un pecado tapar una sola de sus pecas, porque las pecas son besos de los ángeles...

Y mis amigos se ríen de mí, porque la veo cada día y ni siquiera sé su nombre. Les hablo de ella como quien habla de un sueño: con la mente aturdida, tratando de enfocar algo casi etéreo, y una sonrisa desdibujada en los labios. Tampoco sé cómo huele, o a qué saben sus labios. Ni siquiera sé cómo es su voz. ¿Cómo voy, entonces, a echarles en cara que se rían de mí? Si hasta yo me río a veces. Me río, porque me encantaría saber cómo se ríe ella, escuchar su risa y guardarla en mi memoria para siempre. Aunque probablemente, al igual que me pasa con todo lo referente a ella, no logre evocarla cuando más la necesite. Y no sé si la necesitaré. No sé si la necesito ahora. Solo sé que es algo dulce en mi rutina, y siempre, tarde o temprano, la monotonía de mis días le quita el sabor a todo.

Acércate un segundo, por favor. Deja que te acaricie. Confiemos en el tacto; si consigues anular el último de mis sentidos, ya no sé qué voy a hacer.
sábado, octubre 18, 2014

Crystal clear

Esto es lo que recuerdo del momento en que te conocí. Levanté la vista al cielo y pensé: voy a amar a esta persona porque incluso el cielo parece diferente.
Aún no he decidido si esto es un saludo puntual o un posible regreso. Puede que esté tratando de decidir demasiadas cosas en este momento como para saberlo. Así que, por ahora, voy sacando las tazas de café. Sentaos, sentaos. ¿Azúcar? ¿Sacarina...?
 

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