viernes, junio 25, 2010

Manos


Hay manos destinadas a encontrarse, a que sus dedos se entrelacen sin aviso.
Y eso, por más que se quiera, no se puede evitar.
jueves, junio 24, 2010

Imaginación

Cualquiera que me conozca tan sólo un poquito es consciente de todo lo que me gusta leer, pero sobre todo escribir. Desde pequeña me he sentido atraída por el mundo de las letras; ése lleno de textos y palabras que emocionan, que te hacen sentir alegría o tristeza. Me fascina que algo pueda manipular tan fácilmente tus emociones. Escribía por y para mí, no fue hasta mucho después cuando mis amigos se interesaron por esos escritos y, sorprendentemente, les gustaron.

Mi forma de pensar siempre ha sido, en cierto modo, infantil: me gusta imaginar cosas que no existen, ver mis sueños e ilusiones proyectados en las pequeñas cosas que componen mis días, la magia de unos ojos mirando a otros... Sí, un modo de verlo todo demasiado soñador, iluso y, a menudo, cursi. Pero el mío al fin y al cabo.


Recuerdo que de pequeña disfrutaba (y disfruto) muchísimo cuando estoy sola (no es que no me guste estar acompañada, que sí, pero sin esos ratos a solas no me sentiría del todo feliz). Era en esos momentos cuando dejaba volar mi imaginación y comenzaba a idear una historia en mi mente, imaginando que de un momento a otro iban a llamar al timbre. Yo, con cuidado, abriría y descubriría a un grupo de niños de mi edad. Diana, Álex y Cristina. Ellos me mirarían sonrientes, con los ojos brillantes. Y yo sabría que venían a pedirme ayuda para encontrar el tesoro del príncipe William Weisch, quien tras el suicidio de su amada Lady Claire había guardado toda su fortuna en un lugar misterioso del que sólo teníamos unas pocas pistas.
A medida que fui creciendo, mis historias cambiaron y crecieron conmigo. Se hicieron felices en algunos momentos, tristes en otros. Aparecían más o menos sonrisas según mis logros o mis decepciones. Y así el grupo de niños dejó de buscar el tesoro de Weisch, ya que Diana se había enamorado perdidamente de Álex y, como no se atrevía a expresar sus sentimientos, sólo tenía ganas de llorar.

Una imaginación bien trabajada puede, en muchas ocasiones, transportarte a lugares en los que nunca estarás... No físicamente al menos. Pero de algo no cabe duda: la vida, con esos momentos en los que sueñas despierto, es más sobrellevadera.
martes, junio 15, 2010

Eleanor Rigby



Best song ever
lunes, junio 14, 2010

Graduación

No me arrepiento. De nada. De absolutamente nada. Y mira que hemos pasado malos momentos, muchos roces jodidos y cosas que quizá fuera mejor dejarlas en el pasado y olvidarlas. Pero aún así, no me arrepiento. Porque conseguí conocerme mejor a mí misma, y a vosotros. Crecí como persona. Son cuatro años, joder, cuatro años llenos de recuerdos, experiencias, emociones, sonrisas, ilusión y amistad. Hubo mejores, otros peores, pero como todo en esta vida. Creo que tuve buenas clases a lo largo de estos años, las compartí con muchos de vosotros por suerte. Hoy, cuatro años después, puedo decir que simplemente sois geniales.

Hoy hace tres días que nos graduamos, que dejamos atrás oficialmente la educación secundaria obligatoria (ésa tan odiada por algunos). Cada uno tomará un camino diferente pero siempre con el recuerdo de todo lo vivido.
Debo admitir que el acto de graduación fue ñoño y pastelero (como este post), pero aún así moló (a diferencia de este post). Nos reímos de vernos en distintas fotos y vídeos, nos hicimos otras después y, sobre todo, nos despedimos. Dejamos atrás muchos rencores, cosa que me pareció imposible en su día y ahora veo que me equivocaba. Disfrutamos de un día para olvidar todo aquello, cerrar esa etapa y abrirle las puertas a una nueva.

Cuarto A

Algunos se quedaron en el camino, otros continuaron. Nos separamos y nos volvimos a encontrar. Cuatro años han dado para mucho, nadie puede negármelo porque es evidente. Entre otras cosas, para odiar y sufrir con algunas personas, a pesar de que hoy ya esté todo aclarado. Hablo por mí, porque cuando me enfado...me enfado. Y pobre del que me haga enfadar. Un compañero una vez me dijo: Tarde o temprano vas a arrepentirte de ello. Y lo hice. Y ahora adoro a ese compañero por haber sido más inteligente y listo que yo.
Lo dicho. Después de discusiones, alegrías, más discusiones y reconciliaciones...me queda todo y más. No sabría por dónde y por quién empezar a dar las gracias, así que simplemente agradezco a todos los que, de una manera u otra, me ayudaron a continuar y a crecer.

Gracias, compañeros.
 

Blog Template by YummyLolly.com