miércoles, febrero 01, 2012

Doesn't matter

Y yo, precisamente yo, seré la última que se queje. Porque me pasa continuamente, porque comprendo más de lo que puedas creer cómo te sientes. 
Todo pierde el sentido. Todo se vuelve insignificante, irrelevante. Cualquiera puede ser un futuro enemigo. El mal olor se convierte en apestoso, y algo soso en asqueroso, sin más. La oscuridad, que de costumbre siempre te ha parecido de lo más tentadora y agradable, ahora es tan aborrecible como la luz. ¿Qué queda, si es que realmente queda algo?

Puede que las voces durante un tiempo sólo te parezcan irritables. Y, más que probablemente, no te apetezca sonreír porque sí. Pero no importa, en absoluto. No importa que a ellos les importe mientras a ti siga sin importarte, porque a fin de cuentas es tu decisión, y no la suya.

No importa. Y puede que el mundo entero siga sonriendo, pero para mí no lo hará del mismo modo. Porque me encanta tu sonrisa. La de los demás se vuelve turbia, falsa, oscura y sin sentido (exactamente igual que para ti parece todo). Qué curioso, ¿no es así? Pero hay más. Cosas que a menudo olvido recordarte, pero que espero que tú nunca olvides. Que me gusta hacerte rabiar. O que me mires de lado y sepas lo que estoy pensando. Que a veces incluso sin mirarme ya lo sepas. Que me dejes escucharte, hablarte, quererte. Que me encanta acariciarte el pelo, o morderte y fingir que no ha ocurrido nada. Decir tu nombre, en voz baja, como si no supieras que soy yo la que te llama. Aunque, en el fondo, sólo lo hago por mí, para recordar que ese nombre existe, que existes. Me he pasado demasiado tiempo esperándote y, ahora que te he encontrado, no concibo la idea de que pierdas definitivamente tu sonrisa.

Y, por todo esto, no importa; no importa cuánto tiempo pase hasta ese momento mientras tu sonrisa le prometa a la mía, en secreto, que regresará.

0 delirio(s):

 

Blog Template by YummyLolly.com