Esta mañana al salir de casa para ir hacia el instituto me ha ocurrido algo inusual. Quizá pensándolo así en frío no resulte nada del otro mundo, pero a mí me ha afectado bastante y ha hecho que mi modo de pensar durante todo el día haya sido diferente a como es normalmente. Si he de ser sincera, las cosas más insignificantes suelen ser las que más me afectan.
Como siempre, he descendido adormilada los dos pisos de escaleras. Iba a traspasar la puerta de mi portal cuando he bajado la mirada y me he encontrado con un pequeño pétalo rojo. Todavía no sé cómo ha podido llegar hasta ahí, pues no hay ninguna planta cerca y la puerta (por lo general) siempre está cerrada. No he podido evitar fruncir el ceño y me he quedado observándolo. Nadie lo había pisado, no había ninguna huella sobre él, lo que me resultaba todavía más extraño. Lo normal es que alguien ya lo hubiera pisoteado o simplemente apartado con un rápido movimiento. Pero permanecía ahí, quieto. Al parecer nadie se había propuesto destruirlo. Durante los pocos segundos que he estado mirándolo se me han pasado muchas cosas por la cabeza. De qué flor vendría. Y de dónde vendría esa flor. Por qué me producía aquella sensación. Sin embargo, mi madre me esperaba para llevarme en coche hasta el instituto, así que no me he detenido mucho tiempo. He cruzado el umbral y he salido a la calle no sin antes volverme a girar un instante, tan sólo uno, para mirarlo. Seguía ahí, por supuesto.
Desconcertada por todo aquello, pasé las primeras horas de la mañana recordándolo. Luego fui olvidándome, pero por otro lado me he fijado en detalles en los que otros días no me había parado a pensar. En la forma de las nubes. En las miradas que se cruzan la gente. En un roce. En un pequeño acercamiento. En una risa divertida. Esos pequeños gestos que forman el día a día. Probablemente esté loca o simplemente drogada...¿por un pétalo? No volví a recordarlo hasta que regresé a casa, a eso de las tres de la tarde. El pétalo había desaparecido. Puede que alguien lo arrastrara con su zapato, puede que la señora que vive abajo de mi finca haya estado barriendo y lo haya tirado a la basura. O puede que no. Puede que el pétalo haya sido, incluso, producto de mi imaginación.
Pero, ¿qué pasará la próxima vez que vea uno?
2 delirio(s):
Halaaaaa *.* Sólo a ti te pasan estas cosas moza, que guay *.* Sabes? Te note como... reflexiva, pensativa por la mañana. Así que era por el pétalo... XDDD Que mona.
A veces nuestro subconsciente nos hace imaginar cosas que no existen... y si a eso le sumas el sueño de la madrugada ni te cuento.
Si, es probable que el pétalo fuese arrastrado por el viento o que se pegara, como bien has dicho, al zapato de alguien... pero es mucho más mejor e interesante pensar que ocurrió algo mágico que consiguio que tuvieses un día especial, no? ^w^
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