Quizá y sí es solo que tengo demasiadas cosas en la cabeza, pero quizá también resulta que es en estos momentos cuando mejor lo veo todo. Instantes caóticos generan perspectivas y visiones acertadas. El caso es que no puedo sacarme de la cabeza el hecho de que el amor mueve las cosas. Mueve el mundo, dicen algunos. De un modo positivo, de un modo negativo, ambos a la vez. Pero lo mueve, nos mueve. Nos llena de una brutal energía y nos corrompe a infinitos niveles. El amor nos transforma, saca partes de nosotros mismos que jamás hubiéramos imaginado que existían. O puede que, como dice Wallace en What If, tan solo sea una justificación; que el amor sea una invención del hombre para excusar el comportamiento más egoísta de todos, es decir, el humano. Puede que ni siquiera exista como tal. No lo sé. Hoy, para mí, tan solo es una palabra más. Un término con el que referirme a una gran cantidad de cosas: momentos, experiencias, sensaciones, canciones, personas. Pero hoy no puedo hablar del amor con todas sus letras, no me sale, no creo. Y podría escribir una preciosa entrada acerca de lo maravilloso que sería vivir una historia a lo Wallace y Chantry, pero como he dicho al principio, tengo demasiadas cosas en la cabeza, y no puedo dejar de pensar que, si el amor mueve las cosas, mi vida está comenzando a intoxicarse con él.
lunes, enero 12, 2015
"Love is stupid monkeys dancing in a slapstick hurricane"
Reflexión gratis de
Merr Puckle
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