Mostrando entradas con la etiqueta Fotos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Fotos. Mostrar todas las entradas
viernes, junio 22, 2012

Back to summer paradise with you

Una etapa más.

De todas las que he sufrido hasta ahora, ésta será probablemente la más radical. Un cambio de rutina, de ambiente, de gente. Dejar atrás muchas cosas para recibir otras nuevas, mejores o peores. Me gustaría poder decir que escasearán estas últimas, pero no puedo. Tampoco quiero adelantar acontecimientos ni pensarlo demasiado; lo que tenga que ser, que sea, sin más.

Sin embargo, sí puedo decir con toda seguridad que he disfrutado estos dos últimos años. Y por más que suene típico, he crecido un poco más. He dejado en el camino muchas inseguridades y prejuicios, a la vez que he recogido experiencias y grandes momentos. He cumplido alguna meta y me he dado cuenta de que sigo haciéndome más fuerte contra todo. Antes parecía alérgica a cualquier cosa. No me han faltado las despedidas, pero tampoco las bienvenidas, y todo ese conjunto de sucesos han permitido equilibrar una balanza que a menudo parece a punto de volcar.

Recuerdo mis aspiraciones dos años atrás y, sorprendentemente, he llegado a sobrepasar algunas. Estoy orgullosa de mí en varios aspectos, y quizá no tanto en otros. De cualquier modo, he aprendido a dejar de exigirme tanto, de dejar de ser tan ambiciosa y de querer algo cuando resulta natural que no puedo tenerlo.
Ahora, un verano por delante que disfrutar, un par de proyectos y muchas ganas por realizarlos. Pero no deja de ser un período un poco incierto debido a los acontecimientos. Ojalá se despeje pronto esa niebla.

A vosotros, los de siempre, feliz verano. Nos lo hemos ganado.


Ah, ¿no había mencionado que acabo de regresar de Londres...?

Pues eso ;).
martes, junio 05, 2012

Quizás en otra vida fueron un mismo ser

Li diuen Oniria.

Diu que no li agraden les cançons romàntiques, que la fiquen nostàlgica. Arrufa el nas amb un gest incòmode, conscient de les seues paraules. Mai li ha agradat donar explicacions a ningú, però en fa excepcions de quan en quan si se'n fiquen insistents. I com ha canviat! La nostàlgia abans no li pareixia tant dolenta. Ara tot és diferent. Només una cançó és suficient; unes notes i... prou! O això ens explicava sempre. Per això vol negar-se. No, no vull cançons d'amor, diu. No en vull cap. M'estime més una heavy que no n'entenga res, o potser un merengue molt estiuenc. Encara accepte un tema reggaetoner que tant odie... El que vullgues, però res romàntic.


Diu que no li agraden les cançons romàntiques, que li recorden temps passats que més li val oblidar. Però vaig creure que exagerava. Mai havia vist dolor als seus ulls, mai. Com que no me pareixia lògic, vaig arribar a pensar que era tot un engany, que només volia cridar la nostra atenció. I vaig ficar-li'n una. Havia baixat la guàrdia, la vaig agafar desprevinguda. I quan la va escoltar... millor que no l'hagués vist! Llàgrimes derramades per les galtes, antics recòrds invocats per tal melodia... Un temblor va invaïr el seu cos. No sabia què fer. Ella, plorant, sense moure's del lloc. Jo, incapaç de fer-ne res. Va acabar la cançó i, com si res haguera passat, es va aturar. Tanmateix, des d'aquell moment, els seus ulls mai van tornar a ser el que una vegada foren: ara són gèlids. No veig vida, només angoixa. Pareixen d'altre món, un món llunyà que s'escapa al nostre coneixement.

Diu que no li agraden les cançons romàntiques, que li fan mal. També a mí ara m'ho fan. No puc escoltar cap. I no hi ha nit que puga dormir, que no recorde les seues llàgrimes, i els recòrds...

Em diuen Insomnia.

{Homenatge a Oniria e Insomnia, del grup català Love of Lesbian}
martes, julio 05, 2011

Crowd

Miles de voces a tu alrededor y ninguna parece darse cuenta de que estás gritando. Hacen más ruido, más alboroto del que tú puedes generar sola. No importa, quizá es mejor así. Y te dices, por qué no, hay que aprovechar la situación. Te mueves entre la gente; todas esas personas que parecen haber salido de la nada. ¿O es que nunca te has detenido a pensar en la gran cantidad de gente que hay? Tratas de perderte entre la multitud, pues así nadie podrá encontrarte. Nadie... No, hoy no quieres ser localizada. Necesitas abstraerte. Recuperar espacio. Recordarte a ti misma quién eres. Mirar, desde una distancia prudencial, la situación. Y respirar.
Aunque no podrás evitar que ocurra, y no importa que estés rodeada de gente: tarde o temprano comenzarás a sentirte sola. Pero, ¿sabes algo?, no lo estás. Mientras yo esté por aquí, no lo estarás.

A menudo creemos que nadie se da cuenta de lo que sentimos, o incluso de lo que necesitamos. Pero la mayoría de veces, al creer esto, nos equivocamos.

Y, a decir verdad, yo también necesitaría abstraerme, recuperar, recordar, mirar y respirar...

Actualizado (25/11/14): Esta entrada tenía una preciosa foto de una de mis mejores amigas, pero por desgracia a Blogger le ha dado la gana borrar muchas de las fotos del blog. Se ha perdido para siempre. Un minuto de silencio por ella.
domingo, junio 26, 2011

El proyecto

Cada año el verano me trae algo nuevo. Una experiencia, una persona, un sentimiento. Un nuevo sueño por el que luchar. Algo. Año tras año he visto como esta estación aparecía, con sus abrasadoras temperaturas y sus ganas de molestarme a mí, un ser que adora a más no poder los tiempos fríos, y me dejaba algo nuevo. A veces deseado, otras no tanto. Pero siempre inesperado.

Podría numerar todo lo que me ha traído durante estos dieciséis años. Sin embargo, hoy sólo tengo algo en la cabeza y no es otra cosa que lo que me trajo el verano pasado. Aparte de tardes y tardes maravillosas con personas que lo son todavía más, me dio la oportunidad de comenzar uno de mis proyectos: una novela romántica que permitiera al lector reflejarse en alguno de sus tantos personajes. Una historia realista (aunque a veces no tanto) sustentada en una red de tramas y sub-tramas interrelacionadas que no dejan indiferente a nadie. Sabía que no contaba con el tiempo suficiente para acabarla, pero ahora que vuelve el verano (y con él, el tiempo libre) la retomo con las mismas ganas que el año pasado para, de una vez por todas, darle punto y final a este primer proyecto. Me apetecía compartir esto con vosotros y ojalá algún día uno de estos proyectos pueda ser compartido con mucha más gente. Hacer de estos proyectos no míos, sino vuestros. Y eso también podría considerarse un proyecto.

Por otra parte, no considero que este año el verano vaya a traer el regreso de HQPLT (nombre del proyecto) como esa cosa que me trae año tras año, no. Estoy convencida de que va a traerme algo diferente, algo totalmente nuevo. Tengo esa fe. Y cuando llegue septiembre, veremos si me habré equivocado o no.
martes, septiembre 28, 2010

A year ago

La entrada que escribo hoy debía haberla hecho el pasado domingo 26 de septiembre, pero por varios motivos no tuve tiempo de hacerlo. De todas formas, dicen que más vale tarde que nunca.

Para comenzar a hablar del tema de este post -o más bien, de las personas a las que va dirigido- tendría que remontarme exactamente un año atrás. Al 26 de septiembre de 2009. Una tarde de sábado, una película (Sweeney Todd), Aquarius, palomitas, cinco personas y yo. Ahí comenzó todo, nuestra amistad. No tengo palabras para expresar cuánto significan para mí, cuánto les debo y cuánto los quiero. Simplemente, gracias por este año tan maravilloso que me habéis dado. Espero que permanezcáis a mi lado todo el tiempo posible.

Gracias, UL :).

domingo, septiembre 05, 2010

Vacío


Miro por la ventana el océano de oscuridad que se abre ante mí. Voces, gente, coches, luces, ruido. Y vacío. Veo un vacío, y lo siento en lo más profundo de mi ser. Me estruja las entrañas, me impulsa hacia abajo. Me ciega, me aturde. A penas recuerdo quién era yo antes de todo esto.


Llegas, como cada noche. Impaciente, indescifrable. Loco de atar. Sediento de amor, de pasión. Y aunque estás frente a mí, no te veo. Por más que lo intente no consigo encontrar al hombre del que me enamoré detrás de esos ojos, que ahora me observan algo confundidos por el frío y distante recibimiento que te he dado. Aún así, sé que debe estar ahí. En alguna parte. Quizá el tiempo te ha hecho cambiar, o quizá antes todo era...diferente. Porque era nuevo.

¿Se puede gastar el amor? ¿Hemos hecho un uso excesivo de él y por eso ahora todo me parece irrelevante? Necesito recordarlo. Necesito que me recuerdes quién eres, lo que quieres y esperas de mí. No logro acordarme de los motivos que me llevaron a acabar a tu lado, aunque algo me dice que son muchos. Recuérdamelo. Por qué se me escapaba una sonrisa adolescente cuando me mirabas, o por qué el roce de tu piel me parecía la más maravillosa de las sensaciones. Por qué besar tus labios era sentirse libre. Por qué al encontrarme entre tus brazos deseaba que el tiempo se detuviese para siempre. Por qué aquel paseo, aquel helado o aquel amanecer eran tan espectaculares simplemente por el hecho de estar a tu lado. Ahora nada de eso me resulta interesante. No tiene sentido, ya no.

Recuérdame por qué vuelves esta noche, conmigo. Tú todavía pareces recordarlo todo y, lo más importante, sentirlo como el primer día. ¿Qué me ha pasado? ¿Qué nos ha pasado? Una lágrima tímida resbala por mi mejilla. Tratas de limpiarla; me niego. Ahora parece que eres tú el que necesite llorar. ¿Lloraremos juntos? Puede que sea lo último que hagamos, el final de un sueño. Nuestro sueño. Reúno el valor necesario para mirarte a los ojos. Los tienes ligeramente empañados, tristes, desesperados por no saber qué hacer ni qué decir. ¿Pero qué es lo mejor en estos casos? Pronuncias mi nombre en un susurro, con ternura, como si fuera la palabra mágica de un extraño hechizo que sólo tú conoces y antes podía arreglarlo todo. Antes, sí... ¿Y ahora? ¿Habrá un hechizo que repare todo ahora?

Te das la vuelta, recoges tu chaqueta, tu móvil y tu paquete de tabaco. Miras una última vez por encima de tu hombro, a sabiendas de que te falta recoger lo más importante: el amor. Pero ya no está aquí. En su lugar sólo ves a una mujer que te hizo feliz, muy feliz, y que comienza a sentirse culpable de toda la situación. Ésa a la que todavía amas y que creías que te correspondía...para siempre. Los golpes más duros de la vida son los inesperados, y deseas que todo sea una pesadilla...

Y te vas, dejándome sola. Con todo y con nada. Con miles de recuerdos y ningún sentimiento dentro de mí. Con mis lágrimas, mis sollozos, mis ganas de gritar...

Con mi vacío.
viernes, septiembre 03, 2010

Summer, lovely summer

Es sabido por cualquier persona humana (incluso alguna que no lo es tanto) que el año cuenta con cuatro maravillosas estaciones, aunque para mí la única maravillosa sea invierno. Y como cada año, el verano llegó con sus vacaciones, su buen tiempo, su playita, su tumbona y su cervecita. Y lo que para otros puede ser los mejores días entre los 365, para mí se convierte en un infierno de calor, mosquitos, sofoco y terrible aburrimiento. Esto se debe a que mis padres, como son tan considerados, me obligan a pasar todo el verano en una casa cochambrosa, en un pueblo diminuto en el que lo más interesante que puedes hacer es ver como un gato persigue a un perro (realmente pasó, y no sólo una vez).

En el fondo, comienzo a acostumbrarme, lo cual no quiere decir que no odie con todo mi ser ese maldito día de julio en el que mi madre entra a mi habitación y me dice: dentro de X días, nos vamos a las Alquerias (el pueblo en cuestión). Mi cara es todo un poema. Mis progenitores, intentando remediar un poco todo el sufrimiento que me causa estar allí, se ofrecen a llevarme y traerme (una vez a la semana) a mi ciudad natal donde están mis amigos. O en otros casos vienen ellos a pasar el día.

Ellos, mis amigos, no es que sean gente muy normal (vamos, se juntan conmigo, con eso lo digo todo) y, por tanto, pasar un día con ellos tampoco lo es. Si le sumamos las altas temperaturas a las que podemos llegar un día de verano y la terrible revolución hormonal que llevan encima los pobres, el resultado puede ser catastrófico. Probablemente si juntásemos una pelea de trozos de hielo (no cubitos, no, trozos enteros como una mano de grande), una moto invisible que se parecía más a una postura del Kama Sutra, una niña tocapelotas que pensaba que dos de nosotros eran gays porque decían que chupar un pipo era como chupar una polla (sí, muy discretos ellos también...), unos higos adictivos al lado de la piscina y unas super-heroínas que obtenían sus super-poderes gracias a un bicho acuático...conseguiríamos, en un breve resumen, describir todo lo que ha sido el verano para mí. Porque los otros días, sencillamente, no era persona.

Por suerte, el verano ha concluído. A la mierda el pueblo, a la mierda el calor y a la mierda los gatos que me acosaban por allí. Por fin he vuelto a casa, a mi habitación con Internet y la posibilidad de largas horas viendo series y chorradas varias. En resumen: septiembre, te amo.

Y es en ese momento, al nombrar su nombre, cuando te das cuenta. Septiembre. Instituto. Primer año de bachiller humanístico. Todo el curso estudiando a lo bestia...

Y retiro todo lo dicho.

PD: Y cuando digo todo, es TO-DO (Bea dixit).
viernes, abril 02, 2010

Big Ben

Un día no muy lejano podré traer esta foto hecha por mi propia cámara. Y quién sabe cuántas otras cosas más.
 

Blog Template by YummyLolly.com