Me parece ridículo tener que explicar qué es, con tanto bombo que se le está dando resultaría sorprendente que alguien no lo sepa. De todas formas lo resumiré: Crepúsculo es una saga de cuatro libros creados por la escritora Stephenie Meyer acerca del amor entre un vampiro (Edward) y una humana (Bella). Eso sería lo esencial, luego súmale los licántropos y un bebé medio humano-medio vampiro (lo escribo y me sigue pareciendo ridículo).
Debo reconocer que el primer libro me gustó mucho; el segundo todavía más. El tercero me dejó algo decepcionada, y el cuarto... ¡Ay, el cuarto! Aquello fue el desastre del siglo, la gran desilusión de mi vida. Me esperaba mucha más acción y, por supuesto, la esperada batalla entre la familia Cullen y los Vulturi. En fin, lo dicho, una auténtica decepción. La conclusión que saqué de todo esto: los dos primeros libros, personalmente, son entretenidos a la hora de leer; los dos últimos no merecen la pena ni ojearlos.
No tengo nada en contra de Crepúsculo. Ya os digo, los libros me engancharon y tal. Pero lo que de verdad no aguanto es tener que escuchar hablar de ella constantemente. No le veo ninguna de esas maravillas que dicen que tiene y, vamos a hablar claro, la mitad de la fama que se ha conseguido lo ha hecho gracias a los dos actores masculinos (Robert Pattinson y Taylor Lautner). En especial no soporto que la comparen con libros que, a mi forma de ver, sí son unas malditas obras de arte.
La última: van a publicar una novela que narra la historia de un personaje más que secundario (Bree). Están exprimiendo al máximo la fama que se están ganando, y a ver quién me niega eso. El otro día llegué a ver bolsos con la cara de Edward Cullen, botecitos de maquillaje de Crepúsculo, ropa, colgantes...
Y si no es totalmente atragantante, que suba Poe y lo vea.